lunes, 31 de marzo de 2008

EDIPO


La Mitología nos cuenta esta historia,
Un caso de crimen e incesto mayor,
De un joven que un día matara a su padre,
Y con su propia madre, después se acostó.

Yocasta y Laio casaronse un día,
Y resulta estéril, por cierto, esta unión;
Se van de consulta y allí les dijeron,
Que si nace un niño matará al “patrón”.

Al poquito tiempo, la hermosa Yocasta,
Trajo al mundo un hijo, un hijo varón,
Y Laio temiendo que éste lo matara,
Al niño ata a un árbol y lo abandonó.

Esa tarde Forbas, paseando en el monte,
Encontrose al niño, este buen pastor;
Apiadase entonces y recoge al niño,
Llamándole Oidipus, con el lo llevó.

Lo llevó a sus reyes, Merope y Polibo,
Y el recién nacido a ellos encantó;
Lo adoptan, lo quieren sin ningún prejuicio,
Y allí en su palacio, el niño creció.

Edipo consulta, oráculo en Delfos,
Y allí le revelan su verdad de horror,
Le hablan del incesto que habrá con su madre,
Y que de su padre será el matador.

Huyendo al destino, no vuelve a palacio,
Y un carro a su paso se le atravesó;
Se forma una riña, Laio estaba en ella,
Y sin saber quien era, Edipo atacó.

Mató pues a Laio, su padre de veras,
Y primera parte, el destino cumplió;
Después llega a Tebas, buscando fortuna,
Y se enfrenta a un monstruo a cual derrotó.

Como recompensa por matar al monstruo,
A Edipo le pagan con cetro y amor,
Lo mandan al lecho de la misma reina,
Ella era Yocasta, la que lo parió.

Así lo predicho, todo se cumplía,
De su propio padre, el fue el matador,
Cayó en el incesto con su propia madre;
Más el fue inocente, nada fue su error.

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