domingo, 23 de marzo de 2008

ABRAHAM


Del Patriarca, narró la Santa Biblia,
Debía la tierra poblar con descendencia,
Mas su esposa, en verdad no colabora
Y el pobre viejo perdía su efervescencia.

Decide entonces tener su concubina,
Y en su tribu, afanoso escoge alguna,
una chica, que de Sara fuera esclava,
es la que toma para así llenar su cuna.

Agar, se llamaba, le da un hijo,
Que el orgullo le sube a aquel Patriarca,
Muy contento le da sus apellidos,
Y con el nombre de Ismael lo marca.

Pero entonces, Sarita a los noventa,
Muy cerquita de que él cumpliera cien,
Con la ayuda de Dios le trae un hijo...
Fórmase el cáos, y paga miren quién.

La pobre Agar, que fuera experimento,
Con su hijo, desterrada fue la dama,
No es bien vista, tampoco es respetada,
Por llevar al Patriarca hasta la cama.

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