ANA BOLENA

Fue Ana Bolena, mujer, la mar de bella,
En las cortes inglesas deslumbraba.

Esposa del señor Enrique octavo,

Era por todos los hombres deseada.

Extravagante si fue la muchachita,

Casi trescientos eran sus nobles criados,

Más de sesenta damas de honor le sirven

Gasta dinero en joyas y por todos lados.

Compra vestidos, tocados y sombreros,

Tiene abanicos en plumas de avestruces,

Finas monturas para montar caballo,

Y en sus palacios siempre brillaran las luces.

Cinco embarazos le cuentan a Bolena,

Y casi todos, en el aborto quedan:

Que fue la culpa, dicen, de Enrique Octavo.

Quería varones que en su trono le sucedan. 

Pero el caso real que nos compete,

Son los cuernos sin par de que le acusan ,

Y es Thomas Cromwel, al servicio del Enrique,

Quien dirige los cargos que le imputan.

De traición, adulterio y hasta incesto,

Es acusada por el Thomas insano:

Que se acuesta con mozos de la corte,

Con un músico, un amigo, y con su hermano.

La reina Ana Bolena que es juzgada,

Sentenciada con saña y aspereza,

Ante el verdugo se presenta relajada,

Y por esos cuernos le cortan la cabeza.

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