Mariana Alcoforado fue una monja.
De poderosa familia portuguesa,
Que allá en su claustro, solita, no intuía,
Entregarse al amor con tal firmeza.
El conde Chamilly entra al convento;
Este era un capitán de la francesa,
Y al ver a la monjita dulce y tierna,
La seduce con sutil delicadeza.
Mariana cede, y empieza a enamorarse,
Y muy pronto a él, le entrega sus amores;
El conde parte, para siempre, nunca vuelve,
Terminando esa aventura sin temores.
La monja queda ensimismada para siempre,
Escribe cartas de amor, esperanzada,
Que hablan de amor, quejas y desvaríos,
Que son testigo de esa pasión desesperada.
Ortega y Gasset, la incluye en sus escritos,
Narra las cartas de la Mariana Sor,
El analiza, a la monja portuguesa,
En ese aparte; “Facciones del Amor “.
☺
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