sábado, 22 de marzo de 2008

ADAN


Nombrar al primer hombre es necesario,
Pues con el nace el sexo y sus problemas.
Y aunque es lógico que a aquel, nada de cuernos,
Si nos nos deja en el tapete varios temas.

Por ejemplo; el debía multiplicarse,
Su descendencia, debía poblar la tierra,
Al no entender como era ese embrollo,
No piensa más, y su mente al caso cierra.

Pero Eva más sagaz e inteligente,
Empieza a averiguar como es la cosa,
Y una culebra malvada y corrompida, 
Le ofrece una manzana muy sabrosa.

Le da un mordizco, y le parece rica,
Le ofrece a Adan, en forma dulce y tierna,
El la rechaza tirando el fruto al piso,
Y ella se inclina, mas sin doblar la pierna.

Al verla Adan en semejante pose,
Sus partes genitales se alborotan,
Sin saber como, le quita su “inocencia”
Y crean el “sexo” aunque no lo notan.

Mas adelante, comprenden finalmente,
Que el bien y el mal habían descubierto;
Mal era hacerlo como los animales,
Bien y muy rico, era tenerlo adentro.

Los sacan de su casa: El Paraiso,
Se van llorando y soltando mocos,
Pero en cada parada que se hacían,
Nuestros padres pecaban como locos.

Y poblaron la tierra poco a poco,
Con empuje por ellos manifiesto,
Y luego sus hijos con sus hijas,
Presumo yo, cayendo en el incesto.

Así nos lo explicaron desde siempre,
Cosa que ahora ya no me suena mal,
Lo que no entiendo, es que siendo tan sencillo,
Ese pecado, se llame original.

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