sábado, 1 de octubre de 2011

CLEOPATRA



La historia de esta reina nos seduce,
Y no se encuentra “sabiondo” que no opine;

Que ella era fea, pero tenía su encanto,
O que era hermosa; como salió en el cine.

Lo cierto es que está bien lo que tenía,
Pues con ello, sedujo a dos famosos;
A dos hombres que dominaban todo,
Dos hombres de ese tiempo poderosos.

Ella se casa, según eran sus leyes,
Con su hermano de doce años: Tolomeo.
Con dieciocho ya es mayor la Cleopatra,
Y el buen muchacho no consuma el himeneo.

Cuando en Egipto toda guerra se perdía,
Cleopatra usó un ardid que al mundo asombra,
Se metió en la alcoba del mismo Julio Cesar,
Casi desnuda, escondida en una alfombra. 

Julio Cesar que ya le tenía ganas,
Se lleva la sorpresa de su vida;
El extiende la alfombra en su aposento,
Y le queda Cleopatra allí extendida.

Al otro día amanecen en la cama,
Gozando del amor… en su apogeo;
Mas son pillados por Potino y otro egipcio
Que era su hermano y esposo Tolomeo.

Julio Cesar, ordena al rey, que es Tolomeo,
Que devuelva ese trono a su consorte;
El rey accede, pero declara guerra,
Y como él pierde, ella volvió a la corte.

Ya después de tanta intriga y tanta guerra,
Los amantes descansan a su estilo,
Van gozando de su amor y de sus triunfos,
En crucero placentero por el Nilo.

Finalmente estando los dos en Roma,
Un revés a Cleopatra da la suerte;
Asesinan a su Cesar en palacio,
Y Cleopatra es sospechosa de esa muerte.

Luego con Marco, el romance es diferente;
Dicen que fue violento y tempestuoso,
Tiempos de amor, de celos y de entrega,
Tiempo feliz, y tiempo tormentoso.

Por más que aquellos se amaran mutuamente,
Nunca renuncian a cumplir con sus deberes,
Él, comandante de ejército romano,
Y ella la reina de Egipto y sus haberes.

Marco es jovial, apuesto y mujeriego,
Gran estratega, era fuerte y arrojado;
Ella sutil, tierna, hermosa y seductora,
Conquista al fuerte con su trato delicado.

Duran trece años aquellas relaciones,
Entre Cleopatra y el “fortachon” Antonio;
Amantes son de fantástica leyenda,
Aunque nunca se habló de matrimonio.

Viviendo aquel idilio, se descuidan,
Y sus acciones van ofendiendo a Roma;
Ésta declara la guerra a Marco Antonio,
Y el reinado de Egipto se desploma.

Marco Antonio derrotado y sin un norte,
Recibe, falsa, una noticia de la muerte
De Cleopatra, el amor de sus amores,
Y decide darle final a aquella suerte.

Desesperado decide suicidarse,
Hiriéndose en el vientre con su espada,
Mas no muere de inmediato en aquel acto,
El fue a morir en los brazos de su amada.

Pasado este episodio doloroso,
Cleopatra a Octavio, seducir intenta.
Pero al Octavio no le gustan sus narices,
Y la desprecia con tamaña afrenta.

Haciéndose vestir de seda y oro,
Decide ella cortar su vida ingrata;
Trae una cesta con higos y serpientes,
Mete la mano y una áspid la mata.

Desde entonces Cleopatra es asociada,
Con expertas en amor y seducciones,
Que se inventan las trampas placenteras,
Donde caen como moscas los varones
☺.


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