lunes, 31 de marzo de 2008

CARLOS II DE INGLATERRA


Al no haber hijos con su esposa Catalina,
Se dedica a los amores más que dobles;
Tiene amantes en altas cantidades,
Muchas de ellas esposas de los nobles.

Nombraremos solamente aquellas damas,
Con las cuales el rey Carlos fue prolijo,
Esas damas que pasaron por su vida,
Y parieron a su rey, sus muchos hijos.

Margarita Carteret le dio a Jacobo,
Llamado a la sazón, Jacobo Estuardo;
Otro Jacobo habrá con Lucía Walter;
Jacobo Crofts, se llamaba este bastardo.

Con Lucía Walter, repite, (y van dos hijos),
Y María Crofts, se llamará la hijita;
Aunque dudaron si era de el, o de un Enrique,
Reconoce finalmente a la chiquita.

Isabel Killigrew, la vizcondesa,
Le da otra niña con el nombre de Jemina,
Y viene un niño llamado Carlos Fitzcharles,
Pero este, se lo dio fue Catalina.

Catalina (Pegge), también repite,
Le da otra niña, que también es Catalina;
Ella es Fitzcharles, también como su hermano,
Pero luego se convierte en sor Cecilia.

Bárbara Villiers, de Clevelan, es la duquesa,
Le da seis hijos, casi en años de seguidos;
Carlos y Ana que son Palmer de apellido,
Serán Fitzroy, al ser reconocidos.

Enrique, Jorge, Barbarita y la Carlota,
Todos Fitzroy, hijos de la duquesa,
¿Mas son del rey? Siempre nacieron dudas,
Que quedarán, porque nunca hubo certeza.

A Leonor Gwynne, le propinó dos hijos:
Jacobo y Carlos; Beauclert fue su apellido.
Hay otro Carlos, hijo de Luisa Renata,
Otra condesa, de las tantas que ha tenido.

Para variar, con una actriz se mete,
Con María “Moll” que es célebre cantante;
Con ella engendran a María Tudor, y acaba,
Con más de veinte hijos y… campante.

Esta historia enseña a las mujeres,
Que a su esposo deben cuidar un poco,
Si no lo hacen, pueden correr el riesgo,
De que el hombre se convierta en “pipi-loco”.



1 comentario:

pilar dijo...

Me gusto mucho el último verso, porque es una gran verdad. Mujer que no cuida su marido,lo pierde.